Vivimos en un mundo cambiante, cada día más. Es cierto
que, en el pasado, lo más importante al elegir una profesión u optar por una
oferta laboral era el aspecto económico; y, es cierto que todavía en el
presente, para muchos lo es. Sin embargo, para otros no es así, no es lo
primordial y en el caso de muchos ni siquiera se encuentra en el top de
prioridades.
Recuerdo que, en una ocasión, conversando con mi tía y
mejor amiga sobre la profesión que escogería, me preguntó: ¿Qué harías
gratuitamente, por muchas horas, y te haría muy feliz, aunque no recibieras
nada a cambio?... Ese día, aunque su pregunta no me llevó a tomar la decisión
tan rápido como debió o pudo pasar, me impactó al punto que aún tengo el
recuerdo muy claro en mi mente y afectó mi (en ese entonces futura) trayectoria
profesional y laboral de una forma que es increíble.
La realidad es que, así como yo, cada día más jóvenes
eligen una carrera sin considerar la remuneración económica como una prioridad
al hacerlo, aun si no han contado con un familiar o amigo que les hiciera la
misma pregunta. Antes, nos desenvolvíamos en una sociedad para la cual lo más
importante era la posición social y económica a la que podrías llegar… pero la
realidad actual es otra, cada día nos encaminamos más a la creencia de que lo
más importante al elegir una profesión no es la meta, sino el trayecto.
Entonces, ¿Qué podemos nosotros hacer por y para estos
talentos que priorizan la experiencia y otros factores sobre el factor
económico? Nuestra respuesta es aquello que llamamos Salario Emocional.
“El salario emocional es una compensación retributiva
compuesta por elementos no económicos destinados a satisfacer las necesidades
personales, familiares y profesionales del empleado, con el objetivo de mejorar
su calidad de vida y la del entorno” (Nicolás, M).
Tipos
de salarios emocionales
- ·
Oportunidades de crecimiento
- ·
Desarrollo personal y profesional
- ·
Buen ambiente laboral
- ·
Cultura y valores de la empresa acordes a
los del trabajador
- ·
La oportunidad de ser parte de las
decisiones que se toman en el departamento o en la empresa
- ·
Compatibilidad de vida personal y
profesional
- ·
Liderazgo en el equipo de trabajo, no una
jefatura
- ·
Planes de salud, seguros adicionales
- ·
Entre otros
Beneficios
del salario emocional
Sí, al final del día todos necesitamos la retribución
económica para sobrevivir e, incluso, vivir, y, de hecho, hay estudios que
demuestran la importancia de esta retribución en el bienestar físico, emocional
y mental de las personas (y aunque no existieran estos estudios, es una
realidad que todos conocemos y de la cual podríamos carecer de pruebas, pero no
de dudas, jaja). Pero, a lo que quiero llegar es, a que no todos priorizamos
las mismas cosas y para muchas personas ese motivador principal podría no ser
la parte económica.
Poder ofrecer a nuestro talento lo que es importante
para él o ella, que muchas veces no es el salario base, nos asegurará contar
con un integrante del equipo feliz. Y, contar con un empleado feliz significa
contar con una persona más:
- ·
Innovadora
- ·
Participativa
- ·
Productiva
- ·
Responsable
- ·
Creativa
- ·
Motivada
- ·
Entre otros
Y, creo que las ventajas de contar con una persona con
estas características en nuestro equipo están más que claras.
Si quieres conocer cuáles son los motivadores que
mueven a tu equipo, porque entiendes que no necesariamente podría ser la
retribución económica y quieres contar con integrantes felices, en P&P TEAM
tenemos evaluaciones que pueden ayudarte.
De todos modos, aún si el principal motivador de una
persona sí es la retribución económica, ofrecerle también un salario emocional
podrá ayudarnos a conseguir una mayor vinculación, sentido de pertenencia y
compromiso y a disminuir el índice de absentismo y rotación de nuestros
talentos. El salario emocional añade un
toque humano a la relación empleado-empleador, y qué bien nos cae, a todos,
contar con esta humanidad en aquel espacio donde pasamos la mayor parte de
nuestro tiempo.
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